Buenas tardes un día más desde Colombia, este país tan agradecido y acogedor en el que te hacen sentir como si llevaras  con ellos toda la vida.

Hoy hemos amanecido muy temprano, como cada día, aunque cuando llegas a las aulas o a los jardines a las 7 de la mañana, y ves que ya hay niños esperando a que lleguemos, te das cuenta de que esto es otro mundo.

Hoy hemos pasado el día con los chavales de las aulas de refuerzo de El Portal. Ya había en la puerta, unos hermanitos esperando a que llegáramos. Los padres los dejan allí a la hora que sea, antes de irse ellos al trabajo. Llovía y hacía frío. Uno de ellos cojeaba bastante, porque dos días antes, se había dado un golpe jugando al futbol y tenía la rodilla muy inflamada y con mucho dolor. Le puse hielo y fue mano de santo (yo creo que fue más el cariño que el hielo).

Una vez fueron llegando los niños, primero de todo se les dio de desayunar ya que todos lo hacen en el aula.

Estuvimos decorando un mural con el logotipo de Acción Marianista, el logo de la Fundación Chaminade y nuestro lema  “JUNTOS SOMOS MAS”, que por cierto aquí está súper presente. Luego las actividades las dividimos por edades. Yo me centré en un grupo de niños más mayorcitos e hicimos un cursito de primeros auxilios. Primero teoría y luego práctica. Estuvieron atentísimos, colaboradores y muy dispuestos. Para terminar les hice un pequeño test y los que sacaron mejores resultados van a ser los responsables del botiquín. Estaban como locos con la idea. Varios de ellos a pesar de su corta edad tenían unas nociones muy buenas ya que muchos de ellos han vivido situaciones tremendas en su entorno familiar y se forman los domingos en un organismo llamado “Defensa Civil Colombiana”. Son increíbles!!!!

Cuando acaba la jornada, según volvemos para casa, vamos dejando a los pequeños en sus casas, ya que pasan solitos por zonas nada recomendables. Llovía bastante pero daba igual. Algunos con pantalón corto, camiseta y chanclas por zonas embarradas, pero tan felices. Yo me intenté resguardar en varias ocasiones pero como ellos no paraban, yo no iba a ser menos. Llegamos a casa caladas y cansadas, pero encantadas. Un día más de experiencias enriquecedoras e irrepetibles, de momentos vividos que te marcan y que hacen que desconectes por completo de nuestro mundo, y por otro lado un día menos para poderos transmitir las sensaciones experimentadas y compartir con todos vosotros, nuestra gente, todo lo vivido.

Besos, abrazos y todo mi recuerdo y mi cariño desde estas tierras.

Cristina