Buenas noches desde Vista Hermosa;
ayer volví a Los Alpes y tuve oportunidad de compartir un rato con los niños del jardín. Estos chicos deberían ir a El Recuerdo pero debido a las exigencias de las autoridades educativas, este jardín se encuentra en obras y los chicos deben bajar hasta Los Alpes para poder asistir a sus clases.
Cuando llegué, estaban estampando sus firmas a modo de pies en un mural, y mientras estuve con ellos, los niños nos demostraron una vez más su cariño y no dejo de preguntarme como hay padres que los tienen tan desatendidos, cuando ellos lo único que buscan es que les quieran y les hagan caso.
Después, ya en el aula, estuvimos haciendo ejercicios de lectura comprensiva con los mayores (el déficit que tienen estos chicos en cuanto a vocabulario y lectura es tremendo), y por la tarde unas dinámicas de baile y expresión corporal (juego de espejos, estatuas).
Hoy volví al aula de Vista Hermosa, donde estuvimos realizando ejercicios de divisiones e incluso hicimos un pequeño refuerzo de inglés. A mediodía, subí a ayudar al comedor, donde diariamente comen unas 240 personas, entre niños y mayores. Trabajar en este comedor es increíble. Las cocineras conocen personalmente a todos los "abuelillos" que allí comen y los hacen sentirse como en casa. Estuve cerca de 2 horas allí y pude comprobar de primera mano lo agradecidos que se sienten todos ellos por el servicio que se les da, y no dejan de regalarte sonrisas, al tiempo que te preguntan interesados de donde vienes, en cuanto te oyen hablar en un español "tan raro".
Al acabar las clases, llegaron mi compañero Alejo y "Chisto", el profe de Los Alpes, y tras comer un poquito de tarta del cumpleaños de la señora Marta (una de las cocineras de Vista Hermosa), subimos al patio superior para unirnos a la Asociación Juvenil Ayunara, un grupo de danzas populares, que nos invitó a participar en su ensayo. Deciros que a pesar de que al principio nos perdíamos constantemente, finalmente conseguimos llevar el ritmo y los pasos, y puedo decir orgulloso que terminamos bailando la Chicha y la Caña de manera más que aceptable. Lástima que no podamos quedarnos a la representación que harán en agosto, y que no pudiéramos grabar nada, ya que me quedé sin batería minutos antes.
Mañana volveremos a Palermo, con ganas de ver nuevamente a las chicas, pero con la tristeza de dejar atrás a una serie de amigos que siempre llevaremos en el corazón. Gracias al padre Raúl, Marta, Chisto, Alberto, Nancy, Michel, Johnathan y los chicos de las danzas, y tantos otros que nos han abierto su casa y sus corazones en estos poquitos días de convivencia. Ha sido inolvidable.
Besos desde Vista Hermosa (Ciudad Bolívar, Bogotá),
Fran
No hay comentarios:
Publicar un comentario